sábado, abril 29, 2006

Monster | モンスター (Manga V. 08)

TOMO 08

Título: Cinco cucharadas de azúcar



Al llegar a la morada de Göderitz los secuaces de Wolf le presentan a una demacrada y desfigurada figura cuya identidad sólo puede atestiguar por el enorme caudal de dinero almacenado durante la división de las dos alemanias, RFA y RDA. El descubridor y mentor del monstruo ha sufrido en sus propias carnes las malvadas acciones de éste y su entorno social y personal se ha evaporado lentamente como la espuma. Y ello ha conllevado y contribuido a un ostensible y palpable deterioro físico en la persona de Wolf, derrotado por su propia malévola creación.

Cuando Tenma recibe el mensaje de Johan, el mismo que Nina o Anne (aquí ya cada uno que lo asimile como más guste) descubrió en la mansión de Göderitz, parte diligentemente en busca de la atormentadora sombra, pero tras reflexionar con presteza decide anteponer los interés humanos a los particulares e intenta advertir a las gentes del barrio turco de la CalvinStrasse, en Frankfurt. Aunque en principio sus ruegos son desatendido pronto la situación lo convertirá en un héroe y en por ello salvador de una gran catástrofe. La recompensa es el mutismo absoluto de las gentes del barrio ante las inquisitivas preguntas de la policía sobre un hombre oriental.
De este modo la facción ultranacionalista liderada por Bebé ha errado en la gran bienvenida que pretendían dispensar al nuevo gran terror que sometería al mundo bajo su yugo.

Antes de reanudar la persecución de Johan, Tenma hace un alto en la cima de una fábrica para absorber el contenido de un desgarrador mensaje: (seleccionar con el curso para ver contenido)

- ¡¡Ayudadme!! El monstruo que hay en mí, va a explotar.

Cuando todo se tranquiliza y las aguas vuelven a su cauce, Nina se reencuentra con un viejo conocido que la acogió en su restaurante como camarera, mientras ésta ejercitaba y perfeccionaba el arte de la ejecución con armas de fuego.
Rosso es un campechano cocinero que esconde tras su apariencia un tenebroso y sangriento pasado, algo que Nina nunca fue capaz de sondear mientras convergieron en el restaurante del nostálgico personaje. Pese a su premeditado retiro, Rosso conserva la frialdad y destemplanza de sus días de fechorías y aconseja a Nina que nunca se deje llevar por las emociones a la hora de matar.

Nota: 9/10