martes, marzo 28, 2006

Tape (La Cinta)

Ficha Técnica:
  • Dirección: Richard Linklater
  • Guión: Stephen Belber.
  • Género: Drama
  • Duración: 86 min.
  • Interpretación: Ethan Hawke (Vince), Robert Sean Leonard (Jon Salter) y Uma Thurman (Amy Randall).
  • País: USA.
  • Año: 2001.
  • Productora: Lions Gate Films & Metrodome
  • IMDB:Tape

El sábado de madrugada me propuse ver esta película independiente, lóbrega y minimalista, y la consecuencia es que llevo tres días removiendo los hechos que la envuelven tratando de dilucidar la esencia que promueve. La circunstancia de que produzca tal reacción debería entenderse como un buen síntoma, aunque ello no implica que la película haya sido santo de mi devoción.

Toda la acción se desenvuelve en la habitación de un motel de carretera en la ciudad de Lansing (Michigan), allí se reúnen tres antiguos compañeros, amigos, novios, amantes,… de instituto, con motivo del estreno de la película de uno de ellos en el festival que se organiza en la ciudad. Durante más o menos una hora Vince (Ethan Hawke) trata de convencer y desestabilizar a Jon (Robert Sean Leonard) sobre confusos recuerdos de una época juvenil pasada. Entre réplica y contrarréplica en un escenario mugriento y desolador los dos amigos se debaten en un toma y daca sobre la evolución de sus personalidades y caracteres como seres humanos.
Al final, la mediación de Amy (Uma Thurman) pone de forma brusca final a un peligroso juego, el de determinar hasta que punto la presión sobre las emociones humanas puede llegar influir en los hechos y actitudes de dudosa moralidad que realiza el ser humano.

En el año 2001, el director Richard Linklater reunió a un interesante elenco de actores, Ethan Hawke (Gattaca, Grandes Esperanzas, Training Day), Robert Sean Leonard (House, El club de los poetas muertos) y Uma Thurman (Kill Bill Vol. 01 & Vol. 02, Gattaca, Pulp Fiction), para realizar un descarnado trabajo introspectivo de ochenta y seis minutos sobre la vida de tres personajes adultos. El resultado es algo dubitativo, porque la película te hace pensar, sí, y reflexionar, también; pero no llega a convencerte en absoluto de su consecución y finalidad.
Entre los actores, sólo Thurman, cuando entra en los últimos minutos, la mejor intervención de la película, imprimiendo un renovado soplo de aire fresco en un abrumador y hostil ambiente consigue dignificar algo la hasta ese momento mediocre actuación de los otros dos protagonistas. En su papel de ayudante del fiscal, pone a prueba y contra las cuerdas, en una meritoria acción, la entereza y autoestima de sus dos amigos. La interpretación de Hawke es de una acostumbrada inconsistencia, a mí personalmente es un actor que me gusta pero tengo que reconocer que en su carrera hay más baches que actuaciones rescatables; su papel de camello/drogadicto/vividor envidioso, malicioso, acusador e infantil no llega a ser creíble por la falta de contundencia en la expresiones y acciones. Es los minutos finales cuando de verdad se ve algo del talento de Hawke, en una situación desesperada, trastornado pierde toda su fachenda y cae abatido por el juego que ha iniciado y en el que resulta perdedor. Algo más entonado está Rober S. Leonard y menos mal, de no ser así la duración del metraje se hubiera convertido en insufrible y bochornoso. No raya ni siquiera la corrección, pero si que enfrenta mejor la situación de ofendido, agredido, dolido y arrepentido, que al final salva el cuello gracias a la magistral actuación de Thurman.

La obra carece de cualquier tipo de canción, melodía o BSO, sólo hay diálogo, algo a lo que no se acostumbra mucha gente, muy retorcido, elocuente y devastador, pero tremendamente eficaz. El único sonido que vais a escuchar es de la respiración, cuerdas vocales y movimientos de los personajes, junto a los producidos por la calle y los elementos que conforman la habitación, lo cual no permite mucha distracción. Ah, otra cosa, los movimientos de cámara, insustanciales y perjudiciales, demasiado rebuscados y forzados.

Nota: 6'7/10