The Melancholy of Haruhi Suzumiya | 涼宮ハルヒの憂鬱 01

Buf, a ver como me justifico ante el movimiento pro Suzumiya Haruhi que ha provocado un espectacular revuelo por la red, después de haber visto un ridículo primer capítulo, pues la única disculpa que puedo plantear es que soy un tío difícil para la comedia, me parece que lo he dicho más de una vez en el blog. Creo que salvo GTO, donde me lo pase en grande con las burradas y barbaridades de Onizuka, no he conseguido que ninguna otra comedia me convenciese del todo. Algo así me pasa con el shôjo, otro género para el que soy muy exigente, aunque NANA ha irrumpido con bastante fuerza entre las predilecciones de este año. Sí, sí, soy un tío más bien tirando a sosito, pero el problema no radica en la personalidad del individuo, más bien en la predisposición con la que te enfrentes a los desmadres y travesuras que pululan por las escenas del anime en cuestión. Y está visto que en esos casos tengo puesto el listo muy alto.

El primer capítulo lo he encontrado insulso, una disparatada película rodada en exteriores urbanos y comerciales donde se mezclan sin ningún orden ni concierto escenas deslavazadas y estrafalarias. Hasta el argumento sería complicado de explicar, es decir, siendo concretos carece de el. La mayoría del metraje está descrito por un narrador en off (Kyon), que cuenta como Mikuru Asahina, vestida de cosplay en la mayor parte de la cinta, trata de salvar a Itsuki Koizumi de las garras de una bruja extraterrestre, Yuki Nagato, con malvadas pretensiones. La película, como es lógico, es un auténtico cóctel de despropósitos y absurdos realizado por unos ímpios estudiantes adolescentes de instituto.
La verdadera “artista” de todo esto, que se esconde tras la cámara, no es ni más ni menos que la protagonista de la serie, Suzumiya Haruhi, que debe de tener una mente de lo más perversa y calenturienta, de ningún otro modo se puede explicar tal desbarre en la disposición de imágenes, descuido y despreocupación en la situación de los personajes, elementos fuera de contexto, diálogos incoherentes e irrelevantes y el incongruente montaje de la cinta.

Digamos que, a mí, no me ha llegado tan profundamente como al resto, pero prefiero decirlo abiertamente, a comulgar con una idea y pensamiento que no comparto.

Nota: 6’6/10